Procedimiento del detective en la investigación criminal
El detective especializado en investigación criminal se encargará de la obtención de las pruebas suficientes para determinar todas aquellas personas que se hallen implicadas de un modo u otro en la comisión de un delito, su grado de implicación en el mismo y el modo en que lo cometieron. Cabe mencionar que la ley de seguridad privada determina que los detectives privados se encargaran de la investigación de aquellos delitos perseguibles solo a instancia de parte legítima interesada.
El modo de proceder del detective será preciso, exhaustivo y con la experiencia y el conocimiento suficiente para saber encajar todas las piezas del puzzle en el menor tiempo posible tras recibir la notitia criminal. Las aptitudes necesarias que debe poseer el detective serán clave para poder enfrentarse a la resolución del caso. La investigación deberá ser dirigida por el detective que liderará, planificará y supervisará en todo momento al equipo de investigación y todos los trabajos a realizar.
Lo ideal en este tipo de investigaciones es comenzar en el lugar de los hechos. Siempre y cuando el tipo de delito o los hechos en si por su ubicación espacio temporal así lo permitan. Es ahí donde través de la inspección ocular, el detective, utilizando todas aquellas herramientas de la criminalística y técnicas policiales necesarias, obtendrá una serie de datos de vital importancia para el buen desarrollo de la investigación. Datos que se desprenden de muestras biológicas, de muestras de sustancias químicas, de huellas, señales y marcas de fuerza en las cosas, etc.
En otros casos la investigación no se iniciara en el lugar de los hechos pues; o es totalmente desconocido el lugar o debido al paso del tiempo, ya no es susceptible de encontrar en el mismo prueba alguna. En estos casos se iniciara la investigación a través de los testimonios de diferentes tipos de personas que a priori podrían conocer y facilitarnos algún tipo de información para el esclarecimiento de la investigación. Pudiendo diferenciar entre testimonios, interrogatorios y entrevistas con sospechosos o informaciones transmitidas por cualquier otro medio.
De la recopilación y análisis de toda esta información se obtendrá una serie de pruebas e indicios que revelaran la dirección a seguir y el rastreo a efectuar a través de diferentes hipótesis según el método científico. Muchas de estas pruebas nos indicaran el modo de proceder del autor, su posible móvil o motivaciones que le llevaran a la comisión del delito. La experiencia y el conocimiento del detective en el campo de la criminología le permitirá precisar con mayor claridad el enfoque de la investigación y los pasos a seguir para su buen desarrollo.
A partir de aquí se deberán realizar una serie de comprobaciones exhaustivas y precisas para descartar todos aquellos elementos que han de desecharse en la investigación, reduciéndose así el circulo sobre los hechos reales acontecidos y personas sospechosas. En ocasiones se deberá realizar un estudio asincrónico para obtener diferentes datos de vital importancia que ayuden al detective a comprender las diferentes fases de la comisión del delito; el iter criminis, por parte del autor o autores del mismo.
Conociendo el modus operandi utilizado en la comisión del delito, los posibles antecedentes de los hechos, y el conocimiento criminológico: estudios y teorías criminales, psicología criminal, perfiles delictuales, estadísticas criminales, etc. y policial: personas detenidas, antecedentes penales y policiales, etc se obtendrá un “retrato robot” que junto con la comprensión de las hipótesis de las diferentes fases del iter criminis conducirán al detective a la averiguación del autor, autores o partícipes en menor o mayor grado de los hechos delictivos investigados.